miércoles, 6 de febrero de 2008

La Comunidad de la Patilla

En concilio antes de iniciar la ruta del domingo, nos encontramos en el Básico: Guillermo, Carlos, Sergio, Abelardo, Michel, Gianni, Diana, Juancho y… la patilla. El primer portador de la patilla, Sergio, la llevó desde el estacionamiento, por la Casa del Profesor, puerta de la USB y subida de los autobuses. En la cima, tomó relevo Gianni, bajando a la Casa del Empleado, subida de piedra y subida detrás del vivero hasta la cabaña de madera. Antes de llegar allí, la nueva bici de Diana se escabritó, desmontandola en plena subida de espalda y dándose torta con milanesa de arena blanca y remate de guamazo con la bici en el coco (menos mal que siempre usamos casco). Al recuperarse y recibir dosis teórica de subida, el bolso donde viajaba la patilla no aguantó los 9 kilos de la misma, por lo que llegó a pie a la Cabaña para tratar de resolver el problema. Algunos no creyentes comenzaron a decir: vamos a dejarla aquí y venimos a comerla!!!. Pero firmes en la idea de llevarla hasta la cima los portadores de la patilla sacudieron la incredulidad y resolvieron con un alfiler de nené que “por casualidad” encontramos en pleno bosque de pino (una aguja en un pajar). Aquí, Juancho se encarga de llevar el testigo con la idea de llegar al menos más arriba del tanque. En el tapón de la represa, Carlos decide cargarla un momento para ver cómo la podría llevar mejor más adelante, pero el resto del grupo comienza a rodar y le toca llevarla hasta el descanso del tanque. Alli pide relevo, la cosa esta difícil. Nuevamente Juancho se la sube al lomo con cierto aliciente motivacional. Carlos permanece cerca custodiando la carga y todo sigue sin cambio hasta el Pino Solitario, previas imprecisiones en el manejo de Kim. Guillermo viene al rescate y se escapa con la patilla hasta el patio de gas más arriba de la antena, casi no sale en la foto. Se le pide a Michel que la suba hasta el mechurrio para que luego pueda darse con todo en la subida extrema. Una vez arriba, lograda la meta de llegar con la patilla sana y salva, vienen las fotos de rigor de los portadores. Antes de su sacrificio, la patilla quiso probar montarse en una MTB no sin antes calarse un casco de protección. Sin ninguna duda se cortó en trozos la patilla que resultó estar fresca y dulce. Luego de digerir un poco, la bajada comenzó y terminó sin mayores incidentes por el lado derecho de la represa, donde las canales, tierra suelta y huecos pusieron una nota divertida en el descenso. Al llegar de nuevo a la represa, sesión de ascenso por la grama al tapón. Solamente Sergio coronó la subida, quizá con ayuda de los 9 kilos menos!!!!. En otra oportunidad será otra patilla la que suba a la montaña, si la comunidad puede contra las fuerzas oscuras.

Video actualizado el 07/02/2008





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