Echando mano del espíritu de la aventura, el Doc Rodhy y yo, nos dispusimos a recorrer el camino que esta proponiendo Julio para arreglar "...la entrada y la salida...". Encontramos la "entrada" al camino por detráss de la cancha de kickinball, de ahí el sendero lleno de hojas ascendía suavemente. Una vez llegados al plató, comenzó el suplicio con los mogotes que en infinidad de veces nos rasparon las piernas y los brazos. Las lianas atrapaban los pedales de las bicis, haciendo que uno se echara hacia atrás para destrabarla. Y debíamos tener cuidado de los "tocones" con punta que se encuentran por todos lados. Despues de pasar por esta especie de rayo vegetal, llegamos a un punto donde habían varios caminos. Dejamos las bicis y tratamos de encontrar el correcto. Cuando pensamos que uno que bajada era el apropiado, el final del mismo nos llevó a una pequeña quebrada sin paso evidente hacia el punto de destino. Nos miramos a la cara, 30 minutos de recorrido para nada!!!. Hicimos acopio de todas nuestras fuerzas para regresarnos y recibir otra dosis de rasguños. En el interín, la esposa del Doc lo llama y lo regaña por la hora... salimos del camino y la brisa de la rápida carrera a nuestras oficinas nos refrescó el "picor" de los cientos de rasguños, zarpazos, pinchazos y otras miniheridas en la piel (cuando me pase una toalla húmeda, ví el diablo y tenía cara de Julio Cruz). Asi acaba la aventura de hoy, el martes ya veremos.
