San Luis Bike Park (by FOS)

Oh, yeah!

20 de enero, el día comienza con el despertador que solicita una batería nueva. Los preparativos terminan justo a tiempo para llegar al punto de encuentro. Decido acudir a pedal; a pesar de que 10 minutos antes ha comenzado una ligera lluvia que ya ha amainado; decido ponerme una chaqueta y acudir según el plan. Atravieso media ciudad en bici, la pista mojada me deja sabor a óxido en la boca. Se hace tarde, debo acelerar el paso, no hay semáforo que valga.

Llego al lugar de encuentro, no hay nadie; un poco después encuentro a Lago puntual y preocupado de que no venga más nadie. Diego manda un mensaje, viene en camino. Luego de un rato llega con sus cauchos nuevos y finalmente partimos al campo de entreténim... ejem! entrenamiento.

En camino, un relámpago cae sobre nosotros, desde entonces no somos los mismos, nos convierte en el Senzei Lago y sus pequeños rockhoppers, Diego San y Julio San, en camino a la iluminación en la montaña sagrada del SHAOLIN KACHIMOTO PARK!!!!

Pero para entrar debemos primero pasar la prueba del Pitufo guardián, sólo los aprendices son sometidos a su severo escudriñamieno, dichas las palabras mágicas se nos permite trascender el Umbral de la Iluminación.

Entramos a la pista que se encontraba húmeda. Comienza la primera subida, El Senzei muestra la milenaria técnica de la garza para ascenso, los pequeños rockhoppers le siguen, pero no logran pasar de la mitad de la subida. Segundo intento, las garzas aterrizan un poco más arriba, continuamos el camino como los heladeros.

Llegamos al primer altiplano y realizamos un pequeño foro sobre técnicas de ascenso que después nos servirían para nada. Segunda subida, ésta es corta pero pronunciada, el Senzei da las indicaciones, los pequeños rockhoppers hacemos el primer intento - fallido. En el segundo intento Julio San logra subir una parte y culmina a pie. Diego San se prepara, un minuto de meditación y dos de Tai-Chi logran fundir su mente y su cuerpo como una entidad, la energía de la tierra fluye por sus piernas. Se lanza dejando una estela de polvo detrás, se escucha una explosión, las aves del bosque emprenden vuelo despavoridas, es la energía que fluye hacia sus piernas, es asombroso! Nos hace pensar que con un pequeño bache puede despegar del suelo y llegar a la cima. Comienza el ascenso y Diego San aplica el máximo poder. ¡Track! Otra explosión ¡La cadena se rompe! La materia no resistió el poder de la mente. Así se originó a la leyenda del Maestro "Poderosa Pierna de Acero"

Continuamos después de las reparaciones con varios ascensos mejor controlados hasta que llegamos al primer descenso, allí hay una pequeña rampa. Como es de esperar el maestro empieza con una clase práctica. Documentos gráficos lo registran. En vista del poder del Shaolin, los pequeños rockhoppers prefieren no esforzar sus bestias de aluminio más allá de los límites prudenciales.

Un joven aprendiz de monje decide intentarlo sin la requerida meditación previa. En medio de su intento se da cuenta de que sin la fusión de cuerpo y mente previa, la tierra se hace una con nosotros a su propia manera, la más dura. Nos enteramos de la lección al escuchar los quejidos de dolor del muchacho en el suelo, por suerte nada grave. Esperamos que haya aprendido su lección.

Un poco más abajo nos encontramos con un grupo de expertos practicando el descenso, unos cuantos registros y seguimos. Un poco más abajo cruzamos el puente y esperamos al resto. Uno de los expertos baja a toda velocidad y cruza el puente de un salto. Guao!. Cae un lloviznita y buscamos refugio, otro experto viene en bajada y quiere hacer lo mismo, pero la madera mojada hace que patine la bici y cae llevándose la precaria baranda por un lado del puente. Afortunadamente no le pasó nada.

Ascenso (a pie) y llegamos a la parte final de los "coditos". Nos detenemos a nuestro momento de meditación con el consejo iluminado del Senzei: "Esto se pasa derrapando el culo" (WTF!?!?!?) Bueno... ya veremos! Bajamos por cerradísimos codos que requieren gran habilidad y nervios de acero. Senzei Lago lidera y Diego "Poderosa Pierna de Acero" y Julio San intentamos seguirle. Diego hace alarde de los efectos de la iluminación de la montaña y su técnica de meditación, así pasa una buena parte del trayecto. Pero Julio San tiene más dificultades. "Poderosa Pierna de Acero" se apiada de él y le comunica parte de la sabiduría alcanzada "-Déja que fluya... deja que fluya"; pero Julio San parece no haber meditado suficiente y en más de una oportunidad tiene que alcanzar un árbol para no terminar rodando por la montaña de iluminación hacia abajo, de allí que sea bautizado como "el Maestro Garra de Perezoso".

Luego una subida de coditos, a pie, naturalmente, y la bajada final que nos lleva al punto de partida.

"¿Qué hora es? ... Ya es tarde, me tengo que ir" son las inmortales palabras con que se cerró este viaje que nos ha cambiado la manera en que afrontamos la vida.

Anexo: El viento nos contó la leyenda del Ninja Carlos, habitante del bosque de Shaolin y poseedor de los milenarios secretos de camuflaje que le permiten pasar indetectable a los sentidos de los aprendices, aún cuando se encuentre a distancia de un brazo.¡Ja! La gente sí que inventa tonterías!!

Arigato!