lunes, 26 de marzo de 2007

Rodada en Los Paulinos (Relato de Abelardo Riera)

El camino a la rodada empezó un poco retrasado, debido a los retrasos de cierta linda parejita para recoger las bicicletas y trasladarnos al punto de encuentro. Achacado el retraso al número de viejitas de paseo y a los semáforos en rojo, nos pusimos en camino al punto de encuentro en el Centro Comercial La Lagunita. A mitad de camino, la llamada de Eduardo para indicarnos que se encontraba ya en sitio esperando por nosotros. Al llegar, ya se encontraban casi prestos Eduardo, Andreas y Víctor; sin embargo faltaba una de las confirmadas, que llamo minutos después para indicarnos que venía en camino y se había retrasado por dejar el casco (siempre hay alguien más tarde que uno… jejeje… la puntualidad del Venezolano). Mientras nos preparábamos para la rodada, un pequeño grupo de ciclistas empezó a congregarse en el estacionamiento y saludando cordialmente dieron sus intenciones de acompañarnos. El estacionamiento estaba adicionalmente movido con un grupo de filmación; el cual se prestaba a filmar algo con un pollo… si un pollo… como el del “pollo enorme descomunal así de grande” del que todos tenemos memoria (aunque ruede la cédula). Pero bueno, no prestamos mayor atención y seguimos en la actividad de prepararnos. Ya listos para salir, la nueva llamada de Vivasvan para que arrancáramos que ella nos alcanzaba, cosa de la cual no nos quedaba la menor duda.

Esta rodada demostraría alguna de las limitaciones de algunos de nosotros los integrantes..jejeje. Para empezar, y saliendo hacia la parte baja del centro comercial, la primera de ellas se hizo evidente… un gran brocal de unos 10 cm de alto!!! se hizo cargo de uno de los participantes; el cual, pesé a su gran experiencia, aun no supera esa limitación metal y se apeo de la bicicleta para superarlo. Ya una vez en el asfalto de la calle, todo el grupo se compactó e iba conversando alegremente y con las expectativas de los más nuevos de conocer la ruta.

Ya de entrada a un primer tramo corto de tierra, nuevamente un gran brocal pera esta vez de 8 cm hace de las suyas con nuestro compañero en cuestión… jejeje… pero el camino empezó a ponerse interesante. Un camino de tierra con ondulaciones que aprovechó Eduardo para “picar” a su pequeño a que hiciera saltos y piruetas en una bicicleta que estaba conociendo. Dado que éramos muchos en la vía, Andreas decidió colocarse de último para aprovechar el terreno. Liberada la vía. (obvio que este cachilapo narrador estaba de último), arranca en velocidad y… Resultado… no habíamos terminado de calentar las piernas y tenemos un primer caído… La levantada no fue fácil. Más que el dolor de la caída, el orgullo quedó aporreado; pero nada que un padre consolador no pueda apoyar y motivar a continuar. Salimos de este pequeño tramo de tierra y continuamos en asfalto por los lados del polideportivo de la Unión, cuando una nueva detención debe ser hecha… Vivi nos avisa que nos alcanza en unos minutos… jejeje.. cosa que de nuevo nadie duda..jejeje.

Entramos nuevamente etapa de tierra; ya la definitiva y comenzará con muchas y fuertes bajadas según nos explica el baquiano Víctor… jejeje.. limitaciones para los dos anteriores lesionados en situaciones similares (es decir Diana y este servidor) quienes optan por una estrategia de “más vale sano que rápidos y furiosos”..jajaja. Al principio bajadas amplias nos dan la bienvenida al camino… más adelante la cosa se pone “cachipeluda” pues el camino transitable no tiene mas de tres palmas de ancho, por un lado es un barranco y por el otro el cerro… es decir, no hay para donde correr..jejeje… creo que la selección de la estrategia fue buena. El grupo “rápido y furioso” se despega y entre tanta curvas los perdemos de vista... pero bueno el camino es uno solo, por lo que nos queda es disfrutarlo… no sabemos cuanta razón tenemos, hasta tropezarnos con un grupo de subida que viene con un ciclista con el hombro, pues bueno, en mal estado. El camino nos muestra toda la quemazón de estos días de verano; pero sin embargo el paisaje es excelente. Bajas y bajas y bajas, y en algún momento del camino Vivi nos pasa, o mejor dicho le damos paso, pues estamos claros que se incorpora al grupo de los “rápidos y furiosos”. Aclaremos que lo de “rápidos” es innegable pues bajan como alma que lleva el diablo y con buen control; y lo de “furioso”, pues a esta altura Andreas aun anda con el orgullo herido y algo tenso.

Una vez que llegamos al caño del río el grupo se vuelve a compactar el grupo y toda clase de diagnósticos médicos sobre el hombro se dejan escuchar. Después del breve descanso la decisión; seguir por el río y enfrentarse a la muy dura pero “corta“ subida (quien bajó sabe cuanto tiene que subir) o regresarse por donde bajamos; que según sería más extenso pero con planos para recuperar. Como buenos masoquistas optamos por divertirnos en el río para luego sufrir en la “peluda” subida.

El paseo del río es excelente… además de muy técnico… Al principio no te quieres mojar ni los zapatos... pero luego el río se encarga de que no salgas si un respectivo baño. Piedras atravesada, fangos olorosos, desniveles que nunca vez, zonas movedizas y de enterramiento… toda una diversión. El tramo es corto y culmina en una caballeriza; donde el grupo nuevamente se vuelve a compactar y el inicio de lo que los mas nuevos o poco conocedores temíamos… la subida.

Un muy breve descanso con el intercambio de experiencias en el paseo del río da inicio a la marcha a la cumbre. Los rápidos y furiosos primero… los cachilapos de últimos… jejeje… no tanto; ya que después de unos pocos instantes, un pequeño grupo de los rápidos y furiosos de la bajada es superado por el par de cachilapos de la bajada… y a otro lo mantenemos a la vista… jejeje… todos tenemos nuestras limitaciones... Gracias a Dios. La subida realmente va haciendo sus estragos y esta vez Eduardo y Andreas cierran el pelotón (Andreas lleva una bicicleta que no conocía mas pesada y Eduardo… pues no sabemos sus explicaciones aún). La subida tiene de todo, hasta el talquito fatal que tanto nos jooooroba en la Simón y su inclinación poca veces deja de ser inclemente; sin embargo el par de cachilapitos de la bajada vienen a ritmo constante detrás de Gianni y Vivi. (Víctor sospecho que super despegado pues solo lo ví cuando nos compactábamos… jeje). Después de un largo, pero muy largo tiempo, un bosquecito... vemos a los delanteros en posición de descanso; pues aquí es donde se realizará la veintiúnica parada; además que ya casi termina el viaje. Empieza la chachara del camino, continua con las conversaciones/detalles de los modelos de las bicicletas presentes, y se presta para la visión de negocios a futuros... Diana a pensar sobre el cambio de bicicleta… Víctor le propone la venta de la suya a Diana y aun Eduardo y Andreas no llegan jajaja. Diana se monta y prueba... lo que la pone con la cabeza mas grande… jejeje para celos de su “pulpita” (así llama a la bicicleta). Después de la prueba… se asoman los del cierre del pelotón y se compacta el grupo de nuevo. Se amplia el descanso para que todos agarren aire y continuamos rumbo al estacionamiento, pero ya el camino vuelve a ser amigable, es decir asfalto y bajadas… Al regreso, Víctor se despide pues continúa en bicicleta al Parque del Este, pues al día siguiente tiene un maratón, y el resto del pelotón nos vamos al estacionamiento; donde aun continua la grabación.. pero ahora no es con el pollo descomunal, sino con la enfermera loca que anda buscando cariños desesperadamente a fuerza de picones repetidos y porque se acerca el fin del mundo..jajajaja.. vainas locas que quedan en el recuerdo.

2 comentarios:

Biotica dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA..... que relato tan bueno!!!! Menos mal que yo no fui!!!! Saludos a todos y que bueno que se divirtieron.

:-)

Lago dijo...

buenas noches amigos de MTB-USB .. me gustaria ponerme en contacto con ustedes para hacer recorridos, si es posible garcias... mi correo y msn es: lakezor.cs@gmail.com